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"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

miércoles, 4 de julio de 2018

Viet nam y Cuba: ¿APRIORISMO O INTENTO DE EXTRAPOLACIÓN MECÁNICA?

Posted: 04 Jul 2018 06:41 AM PDT




El interesante y sugerente artículo “Esperando la reforma empresarial en Cuba: notas sobre la experiencia vietnamita”, publicado por Pedro Monreal, en elestadocomotal, el 9 de abril de 2018, llama a la reflexión.

Para empezar me propongo destacar algunas aristas positivas de este trabajo.

En primer lugar ofrece, sin dudas, una amplia descripción de las reformas empresariales en Vietnam, el papel del mercado y las relaciones de propiedad en este hermano país. Un segundo momento consiste el aprovechamiento de las fuentes, de 26 referenciadas, 16 son directamente vietnamitas, 9 de otros orígenes y 1 del propio autor. El tercer aspecto que debe reconocerse es la utilización de bibliografía en idioma inglés lo que se corresponde con la asimilación del autor de esta lengua y la cultura anglosajona. Un cuarto asunto es la lógica interna de este trabajo. Por último debe valorarse, que sin ser un especialista en Vietnam, hasta donde conozco, logra desempeñarse con cierta profesionalidad.

Sin embargo, existen limitaciones importantes. El titulo es sugerente y provocativo. Si el tema y su desarrollo versa sobre las experiencias vietnamitas, no se entiende porque comienza con la reforma empresarial en Cuba. Esto denota la intencionalidad del autor, como mínimo quiere subrayar que las transformaciones empresariales en nuestra patria deben seguir la pauta de Vietnam. Cierto que declara, que no se trata de una revisión encaminada a proponer la copia, sino a facilitar el aprendizaje, pero si el propósito no es el calco exacto pudiera ser algo parecido.

Algunas relaciones entre este texto, aparentemente inicuo, y otros de Monreal, pueden establecerse. Por ejemplo las referencias a que las empresas estatales de Vietnam aportan aproximadamente 30 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y a la meta de elevar la contribución del sector privado al PIB desde el actual nivel de 40 por ciento hasta un 50 por ciento en 2020, y hasta un rango del 60 al 65 por ciento en 2035.

Precisamente, estos cambios en la estructura de las relaciones de propiedad y su reflejo en la estructura social, han servido de base a ciertos sectores de la izquierda y derecha mundial , para decir que ya Vietnam y China son países capitalistas. Aunque no comparto estos criterios, no dejo de tener en cuenta que existe cierta médula racional, algo que este Doctor silencia interesadamente para realizar el mercadeo de sus peregrinas ideas.

Debe recordarse que en mi artículo “El tema de los temas, el llamado programa y la duda razonable” señalaba que Monreal se pregunta sí el Estado cubano necesita controlar el 80% de los medios de producción fundamentales, o sí bastaría con el 60% o sería suficiente el 40%, como si esto no alterara a la Revolución Cubana y el rumbo de nuestra construcción socialista.

No voy a reiterar la crítica realizada, pero conviene hacer notar que entre el 40 % que estima este economista para las empresas estatales en Cuba y el 30% que tiene Vietnam, hay diferencias cuantitativas que no marcan cambios en la esencia. Por eso antes exprese y reitero que si el propósito no es el calco exacto pudiera ser algo parecido.

Volvamos a Vietnam que tiene una geopolítica muy diferente a la de Cuba, en especial por sus relaciones con EE.UU., pero no únicamente por ello. Es un país socialista por su sistema político, mantiene el rumbo estratégico de la construcción socialista y su economía se define por el Partido Comunista (PCV) como “de mercado con orientación socialista”.

Personalmente, lo puedo entender como una especie particular de economía mixta, bajo la influencia y control del Estado socialista vietnamita y dentro de un contexto político-social y cultural socialista. Este país tiene su propio modelo y marcha soberanamente por su propio camino, teniendo en cuenta sus peculiaridades, con éxitos notables y enfrentando sus retos, desafíos, costos sociales, políticos, ideológicos y medio ambientales.

Académicos cubanos reconocen el costo social y político del saneamiento a ultranza de la empresa estatal en Vietnam . Sobre ello Monreal también es omiso, como si no tuviera relación con las reformas o fueran elementos intrascendentes. Destaca la amplitud, cada vez mayor, de las relaciones de mercado, pero poco o nada dice del papel de la planificación y la regulación económica, sobre la elevación de la cultura tributaria y el tiempo que se requiere para el funcionamiento efectivo de estos instrumentos.

Por sus recursos materiales, humanos y financieros Vietnam asume riesgos socioeconómicos muy superiores a los de Cuba, que son reconocidos transparentemente en los Congresos del PCV y se enfrentan de manera firme, incluidas la corrupción y las actividades subversivas contrarias a su sistema político. En este momento debería preguntarse si Cuba podría asumir iguales o similares peligros. En mi opinión es imposible, si se quiere mantener en el poder a la Revolución Cubana dada su situación interna y externa.

Pero esto no niega que las reformas vietnamitas constituyan un referente, una de las fuentes de lecciones tanto positivas como negativas, que tal vez, en un tiempo futuro e indeterminado, podrían tener una utilidad mayor a la que ya tienen para Cuba. Nuestro Partido y Gobierno mantiene intercambios regulares con los hermanos vietnamitas sobre las experiencias mutuas. Son dignas de estudio las transformaciones de las empresas estatales, del sector privado, el mercado y las monetarias, tras una prolongada evolución de 30 años.

El mencionado Doctor reconoce el mes de diciembre de 1986 como el momento inicial de la reforma económica vietnamita, conocida como Doi Moi. También que la reforma se profundizó a partir de 1989 y en los 15 años transcurridos entre 1990 y 2005 se aprobaron tres leyes de empresa: las leyes de 1990, 1999 y 2005. La ley de empresa vigente en Vietnam desde mediados de 2015 establece un marco legal amplio, que incluye todos los tipos de estructuras bajo las que se pueden conducir actividades empresariales.

Por su parte, el artículo de Monreal “Las reformas del socialismo con características chinas, vietnamitas y cubanas en diez gráficos”, publicado en elestadocomotal el 23 de abril del 2018, expresa que Cuba en 2011 emprendió su reforma económica más ambiciosa de la era “post- soviética”, lo hizo desde un punto de partida mucho mejor que los “bloques de arrancada” desde los que debieron partir China y Vietnam en sus reformas de los 1970´s y 1980´s.

De tal modo, puede constatarse que, con el VI Congreso, en abril del 2011, el Partido Comunista de Cuba emprendió la más valiente y “ambiciosa” “reforma” y han transcurrido 7 años y algo más, por lo que faltarían 23 años para equipararnos en tiempo con las experiencias vietnamitas, teniendo en cuenta que estos procesos tienen un fuerte componente de experimentación, de prueba y error, conjugando permanente práctica y teoría, teoría y práctica, pues no se trata de un pragmatismo puro. 

Aunque es claro que la asimilación de experiencias externas, que sean válidas en nuestra situación nacional e internacional, puede ayudarnos a ganar tiempo, no repetir errores y aprovechar los momentos positivos, también lo es que no es posible saltar etapas o realizar aceleraciones abruptas sin un mínimo de condiciones.

Sobre estas premisas, podemos interrogarnos: ¿Cómo evolucionarán las reformas de la Actualización del modelo en Cuba en los próximos 23 años? ¿Variarán favorablemente las coordenadas geopolíticas para nuestro pequeño país? ¿EE.UU. eliminará el criminal bloqueo contra Cuba y se normalizaran las relaciones diplomáticas? ¿Cuba podrá asumir mayores desafíos? Soy realista y optimista pero no futurólogo, así que tendremos que esperar. Estoy seguro y confió en que siempre se mantendrán las esencias del concepto de Revolución planteadas por Fidel Castro.

En cambio, al señor Monreal, cabría preguntarle: ¿Es posible saltar por encima de la terrible e ineluctable categoría tiempo del dios Crono? ¿En sólo dos años, como usted ha propuesto en su llamado programa de estabilidad para Cuba, es posible aceleradamente alcanzar metas reformistas similares a las que han tomado 30 años a Vietnam y más a China? Le recuerdo que en nuestra región geográfica se viven tiempos agresivos y cruciales de contraofensiva neoliberal, tenemos enfrente y cercanamente al gobierno de Donald Trump, no al del Presidente Obama.

Sobre el asunto abordado, en un reciente artículo precisaba la idea siguiente: las proporciones en que se combinan las formas de propiedad socialistas y no socialistas, no se establecen por idílicos decretos, sino que dependen de las circunstancias específicas de esta edificación, así como que la sugerencia de reducción sustancial del control del Estado socialista cubano sobre la economía puede catalogarse de apriorismo kantiano, al imponer metas específicas de este tipo a la realidad de la transición y construcción socialista en Cuba.

En el presente artículo, se establece como explicación plausible que estamos, además, en presencia de un intento de extrapolación mecánica de las experiencias vietnamitas. Por tanto, la respuesta a la pregunta del título es que se trata de una combinación: apriorismo que antepone, para las empresas estatales, la idea del 40% del PIB y extrapolación mecánica de las experiencias de Vietnam a Cuba. 

El señor Monreal debe considerar que Vietnam es un país heroico al que nos unen lazos entrañables, no debe manipular sus experiencias en función de sus propuestas reformistas para nuestro país, pues no constituye una tabla de salvación para aquellos que, como usted, naufragan. Esta es una polémica sobre Cuba, no sobre Vietnam y China.

A los lectores de la red les reitero la consabida pregunta: ¿Puede concedérsele a este economista extemporáneo, apriorista y extrapolador el beneficio de la duda?

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