Por: Yaima Puig Meneses
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El Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, encabezaron este jueves a través de videoconferencia un encuentro con las principales autoridades de las 15 provincias y el municipio especial Isla de la Juventud, para examinar, entre otros asuntos vitales para el desarrollo del país, las nuevas medidas que se han diseñado para la etapa de recuperación post COVID-19 en el territorio nacional, que con anterioridad habían sido analizadas y aprobadas por el Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y el Consejo de Ministros.
El éxito de todas ellas, se coincidió en la cita, dependerá en gran medida de cómo se organicen en la base, donde corresponde justamente a las estructuras de Gobierno desempeñar un papel esencial.
En estos momentos solo estamos anunciando en qué consisten las medidas –acotó el mandatario- lo cual tiene como propósito prever todo lo que sea posible antes del proceso de implementación y dedicar tiempo a ajustar los detalles para así estar mejor preparados cuando llegue el momento de iniciar la desescalada.
El Jefe de Estado reconoció el intenso trabajo que se ha venido realizando durante estos meses de manera conjunta en el país, lo cual ha permitido obtener resultados importantes, ejemplares, sólidos y robustos en el enfrentamiento a la epidemia, evitando el colapso del sistema de Salud Pública, a diferencia de lo que ha ocurrido en el resto del mundo.
De muy alentadores calificó los números de los últimos días, que se van consolidando y, lejos de los eventos ocurridos que provocaron determinadas oscilaciones en el comportamiento de la enfermedad y que han sido informados a la población, en estos momentos vamos teniendo casos mínimos.
Asimismo, significó una vez más los resultados de la aplicación de protocolos terapéuticos y de importantes investigaciones científicas.
Asociado a ello comentó su apreciación a la tendencia que se manifiesta en el país hacia el control de la epidemia, aun cuando tendremos que aprender a convivir con la enfermedad.
Por lo tanto –enfatizó- se trata de que vayamos a una etapa de mayor control, de seguimiento más puntual de cada caso detectado, y con procesos cada vez más efectivos de pesquisaje, de atención a enfermos, de aislamiento de sospechosos y de contactos de los contactos.
Unido a todo ello, insistió que se debe prestar especial prioridad al riguroso proceso de desescalamiento, para el cual las medidas están bien pensadas, y su cumplimiento está sujeto a indicadores que permiten evaluar el comportamiento de la enfermedad con las tasas de incidencia.
Esta etapa de recuperación –aseguró- no la vamos a aplicar de igual manera, ni a la vez, en todos los municipios y provincias, depende de las condiciones epidemiológicas en que esté cada uno. Y para eso, acotó, tenemos que aplicar las experiencias que nos han dado las más de 500 medidas que se han puesto en práctica en la etapa de enfrentamiento a la COVID-19.
En las actuales condiciones económicas, subrayó, la premisa fundamente tiene que ser el ahorro, a lo cual necesariamente se suman otras tantas experiencias que en el trabajo de estos meses se han obtenido y que han ratificado su efectividad, incluido el mantenimiento de diversas medidas de carácter sanitario que llegaron para quedarse.
Como parte del primer punto de la agenda de la reunión, el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, explicó detalladamente el grupo de medidas -agrupadas en trece ámbitos- que se han diseñado para el retorno gradual a la vida económica y social del país en la etapa de recuperación de la COVID-19. El “cambio que no será brusco”, aseguró, y en todo momento se ha trabajado sin apresuramiento y para continuar reduciendo los riesgos y vulnerabilidades que implica la enfermedad.
Otros temas de la agenda
Y porque en medio del actual escenario la producción de alimentos no ha dejado de estar en la agenda de trabajo del Gobierno cubano, durante la videoconferencia el viceprimer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, explicó los principales elementos a tener en cuenta para respaldar en la actualidad las prioridades en el balance de alimentos en los territorios, en un contexto marcado por tensiones internacionales y que exige un mayor control en cada producto que comercializamos.
El reto fundamental está –insistió- en no hacer depender de las importaciones las producciones locales de alimentos y emplear todas las reservas y potencialidades de que disponen los diferentes territorios para ampliar y diversificar las ofertas a la población.
Al respecto, el vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa, ratificó que es imprescindible producir más a nivel local, como también lo es el incrementar las áreas de siembra en los territorios. “El eslabón fundamental está en el municipio, ahí es donde se decide este problema”, sentenció.
En tanto, el Presidente Díaz-Canel enfatizó en la prioridad con que se debe atender el programa de autoabastecimiento municipal, pues aún estamos lejos de producir las cantidades de viandas y hortalizas per cápita que se requiere.
Si hacemos bien todo lo que nos hemos propuesto –valoró- vamos a impulsar más la producción de alimentos y su industria, lo cual se traduce en una mayor cantidad de productos para nuestra población. El desafío está en aplicar un pensamiento diferente a todos estos temas para que se desarrollen con más eficiencia.
Estrechamente relacionado con estos asuntos, el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, comentó sobre el ejercicio de análisis que se realizará en los territorios para profundizar en las causas y condiciones que originan acaparamiento y comercialización ilícita de insumos y productos agropecuarios.
Es un proceso que debemos realizar con toda la profundidad necesaria, enfatizó. Tenemos que lograr que la población se sienta estimulada a denunciar a quienes incurren en ilegalidades y que nuestro accionar les ofrezca confianza para hacerlo, refirió.
Otro de los puntos analizados en la reunión correspondió a la actualización del Plan de Estado para la implementación de la Nueva Agenda Urbana. Sobre su importancia y alcance comentó la viceprimera ministra, Inés María Chapman Waugh, quien aseguró que en él se integran muchos elementos para contribuir al ordenamiento territorial y urbanístico.
Más adelante, la jefa del Departamento de Riesgos, del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil, la teniente coronel Gloria Gely Martínez, explicó sobre cómo se ha preparado el país para enfrentar la actual temporada ciclónica, que según vaticinan los pronósticos de los expertos será activa. Detalló que Cuba dispone de 15 centros de vigilancia que contribuyen a garantizar la alerta temprana ante la posible ocurrencia de fenómenos meteorológicos.
Del tema, la viceprimera ministra destacó la importancia de que los territorios mantengan un estrecho seguimiento a los pronósticos hidrometeorológicos locales, una manera de actuar que permitirá poder anticiparse ante el impacto de fuertes precipitaciones que conllevan a inundaciones.
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