El ejecutivo mantendrá el cargo de consejero delegado y es sancionado con 20 millones
Nueva York 30 SEP 2018 - 10:28 CEST
Elon Musk, fundador de Tesla PETER PARKS AFP
Elon Musk pacta con el regulador de Wall Street solo dos días después de que le acusara de confundir a los inversores con un mensaje en Twitter. Pero el acuerdo tiene un precio. El fundador de Tesla conserva el cargo de consejero delegado aunque a cambio acepta renunciar durante tres años a la presidencia del consejo de administración. Se deberá nombrar además dos nuevos consejeros independientes. Musk es sancionado también con 20 millones de dólares, a los que se suman otros 20 millones que abonará la compañía.
Los términos del pacto fueron anunciados este sábado y de esta manera se evita que la demanda, con la que la SEC buscaba haberle privado del título de consejero delegado, tenga que ser litigada en un tribunal. Elon Musk seguirá, por tanto, liderando las operaciones del fabricante de coches eléctricos. Pero el regulador del mercado de valores le da un plazo de 45 días para dimitir como presidente de Tesla. Así busca que haya más control sobre su conducta.
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La SEC no solo acusó el jueves a Musk de haber actuado de una manera fraudulenta con el mensaje que lanzó en Twitter el pasado 7 de agosto, anunciando que tenía intención de sacar a Tesla del parqué. También señala a la compañía por no haber establecido los controles necesarios y los procedimientos para regular como el ejecutivo utiliza las redes sociales. Para evitar episodios similares, Tesla deberá adoptar medidas adicionales para supervisar las comunicaciones de Musk.
Musk no admite ni niega las acusaciones que motivaron la demanda. La agencia que regula las compañías cotizadas en EE UU asegura por su parte que como resultado de este acuerdo, Tesla deberá proceder a una reforma amplia de su gobernanza. “Deberá dimitir como presidente y ser reemplazado por un presidente independiente”, detalla la SEC, “y no podrá presentarse para la reelección durante tres años”. Conservará un asiento en el directorio.
Tesla deberá, en paralelo, establecer un nuevo comité de consejeros independientes. “Estas medidas están especialmente diseñadas para corregir los problemas de conducta”, señala Stephanie Avakian desde la SEC. En este sentido, desde el regulador de Wall Street se reitera que el consejo de administración deberá adoptar importantes reformas “para prevenir nuevas disrupciones en el mercado y daños ulteriores a los accionistas”.
Los últimos dos meses han sido muy tumultuosos en Tesla por el comportamiento errático de Elon Musk, considerada una de las figuras más relevantes en el sector tecnológico. El ejecutivo llegó a decir que tenía un acuerdo verbal con inversores saudíes para que financiera la retirada de la compañía de Wall Street. Pero nunca presentó un plan al consejo de administración ni se comunicó ese hecho relevante a la SEC. A las tres semanas abandonó la idea.
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