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Ciertamente, ni dogmas ni renuncias, o mejor, “Cuba: sin dogmas ni abandonos”, fue el título que dimos en un libro, hace casi 25 años. Fueron diez aproximaciones a la transición socialista, con los pies puestos sobre la realidad concreta, en momentos, que se vivió el proceso de perfeccionamiento empresarial en todo su apogeo. Más bien, en todas las potencialidades que había, y que exigía mucho más.
Así, el primer título fue del diseño de la participación en el perfeccionamiento empresarial, la distribución de acuerdo al trabajo se hacía aguas, las potencialidades del Poder Popular se hacían una vez más presentes, hasta visos del socialismo teórico desde el subdesarrollo, y de los aspectos claves para repensar la economía socialista de la transición, fueron algunos de los contenidos.
Así, Victor M. Figueroa Albelo, hace 25 años nos daba la praxis teórica cubana y sus deudas, y decía “donde conviven con una mayor o menor amplitud, estructuras económico-sociales heterogéneas, relaciones monetario-mercantiles, incluso formas capitalistas de producción remanentes”.
Por tanto, Cuba ni es ni lo fue “terra incognita”, y tanto en la práctica como en teoría, su potencial ha sido ilimitada.
Como señala Julio Carranza, más allá de una alternativa socialista el mercado es necesario o no, muchas cosas se han escrito, tantas que duelen las propuestas concretas y recomendaciones, desde las estructuras, las capacidades e inversiones en los 70 y los 80, a punto que era inusual hablar de capacidades, debiendo poner por títulos “trabajo por turnos”; la organización de los salarios, quedando servido el mantel desde hace más de 40 años; las famosas pymes o mypimes, antes de la propuesta del perfeccionamiento empresarial, haciendo eco de una frase de Fidel de 1995; el poco o nada atendidos los trabajos en prospectiva en los 96; luego, en los 2000 más sobredimensionamiento de la plantilla, cosa radical que va a cambiar dentro de unos años, y no como debería haber sido según el grupo de trabajo de empleo en 1996; de la corrupción, se comenzaron a estudiar desde la célula base de la empresa; el proceso de perfeccionamiento empresarial, qué mencionar, si no la gran burocracia montada a lo largo y ancho del país; de la reestructuración azucarera la tarea Alvaro Reynoso que no llegó a término medio y comenzó gran hecatombe del empleo y de problemas socioeconómicos; más tarde, los tres ciclones, y una vez más la conformación de grupos de trabajo, que atendieron desde la vivienda hasta la macroeconomía; la propiedad social y los colectivos laborales desde los inicios de los lineamientos y los trabajos que sucumbieron, con propuestas y recomendaciones.
Y hoy, se discute la ley de empresas, habrá que ver cuál empresa (¿sólo la estatal? o empresas, ..válgame Dios), se discute y propone democracia obrera o social o sindical, lamentablemente, 60 años después del tema de moda. Y sería bueno que no fuera de moda, sino una de las partes contra la burocracia (ineficaz y muchas veces corrupta, sería bueno que la corrupción fuera atendida como tal, por tanto, necesita explicaciones sobre la sociedad en su conjunto y las instituciones que lo hace posible).
Si. El desafío exige claridad conceptual, como señala Carranza, pero el poder de la verdad, y no es “tierra desconocida”.
Humberto, por favor, podrías instalar algún traductor en el blog. He leído tres veces este artículo y no entiendo nada... Vaya qué tal vez está escrito en otra lengua y yo pasando trabajo ..
ResponderEliminarEl artículo tiene algunos problemas en los signos de puntuación y errores de sintaxis y de coherencia, lo cual conspira contra una correcta comprensión del mismo.
ResponderEliminarOk, ya estoy más tranquilo. El lenguaje parecía español, pero como no "cogí seña", es decir, no puedo al final saber de qué trata, y pensé que ya yo había empezado a perder algunas facultades. Estoy más tranquilo, pero al mismo tiempo preocupado por las evidentes descoordinaciones de Alhama.
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