Carlos Caro Mena es un hombre de respuestas vivas y directas. Por la energía que despliega en su labor, no aparenta tener 59 años de edad. Su rostro, surcado por las huellas del trabajo abnegado que realiza cada día, refleja bondad.
En beneficio de la alimentación de nuestro pueblo y con el fin de mejorar la producción agrícola, este campesino simple y honrado creó con sus propios recursos una máquina sembradora de granos, que resultó ser una joya valiosa para la producción agrícola en su municipio de Isla de la Juventud.
Con el fin de compartir sus experiencias de vida y también como innovador, accedió a esta entrevista.
–Carlos, al ver una creación como la suya cabe preguntarse, ¿tuvo usted de joven alguna inclinación por crear, o pensó estudiar una carrera que estuviera relacionada con la innovación?
–No pasaba por mi mente algo así, me dedicaba como todo joven al estudio, a ayudar en la casa, y para entretenerme practicaba deportes y salía con mis amigos. En mi familia nadie se familiarizó con la creación, esto lo adquirí con los años de experiencia en mi trabajo y con las ansias de prosperar en beneficio de todos. Yo quería hacer algo que resultara, para poder colaborar con mi Patria.
«Una carrera que siempre me llamó la atención fue Ingeniería Mecánica, pero como les pasa a muchos estudiantes, cambié de opinión al cabo del tiempo».
Campesino de corazón, Carlos asegura que no puede vivir sin trabajar. Es por eso que forma parte de la cooperativa de créditos y servicios 28 de Enero, de La Demajagua, en el municipio especial.
–El campesinado cubano se distingue por su entrega, ¿sucede así en su cooperativa?
–Teniendo en cuenta el ambiente donde nos desenvolvemos todos los días, que por supuesto no es un lecho de rosas, puedo decirte que es admirable cómo los campesinos lo dan todo sin mirar cualquier otro contratiempo, siempre tratan de cumplir con los planes; pero, además, el clima de compañerismo y fraternidad propicia bromas que son tremendas. Somos, en fin, una familia que lucha por cumplir con la gran tarea que tenemos asignada; pues esta es nuestra gran responsabilidad.
El protagonista de esta historia asegura ser una persona bien optimista con respecto al futuro y afirma que «con esa actitud frente a la vida uno tiene el 50 % de los problemas resueltos, mientras que lo opuesto, el pesimismo, solo nos garantiza frustración y derrota».
Según comenta, en su poco tiempo libre disfruta de reuniones con su familia y amigos, en un ambiente de sencillez y cordialidad. Asevera también que le gusta la pesca y que es algo que practica con frecuencia. A todo eso, se suma su talento creador.
–Innovar no es algo que todas las personas pueden hacer, pero usted lo ha logrado. ¿Pudiera compartirnos detalles de su creación?
–Bueno, el equipo creado por mí es una maquinaria agrícola destinada a la siembra de cualquier tipo de semillas, anexa a un tractor. Tiene cuatro cilindros, dos para fertilizantes y dos para semilla.
«En el 2015 se construyó toda la estructura en el taller de maquinado local Libertad de América, en la Isla de la Juventud, y la parte técnica en la cooperativa donde trabajo actualmente.
«Esta estructura está conformada por dos ruedas que son movidas mediante dos piñones y una cadena, dos embudos que son alimentados por los granos y el fertilizante. Cuenta con dos sistemas que distribuyen los granos y el fertilizante a la vez, tirándolos directamente al surco, y dos marcadores encargados de guiar el surco y taparlo al mismo tiempo.
«Esta es la breve explicación del funcionamiento de la máquina, aunque la mejor forma de entenderlo es viéndola trabajar. Comenzó a funcionar en el 2016 en la cooperativa de mi poblado, fue ahí donde probamos el equipo y nos dimos cuenta de que sería provechoso».
–Dado su impacto para el proceso de siembra, ¿se ha reproducido este proyecto a nivel de territorio?
–A partir del primer modelo, otros agricultores lo han acogido y ya existen otros ejemplares en la Isla de la Juventud. Me llena de orgullo observar que algo que creé con mis propios medios y la ayuda de uno de mis hijos, se haya multiplicado de tal forma. No se ha hecho en otra provincia debido a los trámites, pero se espera que en algún momento sea llevado a nivel nacional; ese es uno de los objetivos del proyecto. Además, es una estructura fabricada con recorterías de metales recuperados y elementos desechables poco costosos. ( Resaltado por HHC)
–Imagino que este proyecto le haya traído también satisfacciones en el ámbito individual, ¿podría comentarnos algunas?
–Mi trabajo fue a La Habana al Fórum por el aniversario 40 de la ANIR, donde obtuve reconocimiento. Luego recibimos la visita en nuestro municipio, específicamente en La Demajagua, del Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, invitado por el Partido y el representante local de la Agricultura, para evaluar el avance del Programa de Desarrollo Integral en La Isla.
«Valdés Menéndez reconoció los avances tanto en los planes de producción como de inversión de la actividad agropecuaria y dentro de las cosas positivas que vio aquí estuvo mi innovación».
–¿Cuál fue su objetivo primordial al crear esta máquina?
–Antes de tener este equipo se hacía el trabajo manual con 14 hombres, de esta cantidad que se necesitaba para sembrar una hectárea de frijoles, hoy solo basta con dos. Mi propósito como creador era aumentar la eficiencia y la efectividad, al reducir tiempo en el campo y ahorrar mano de obra en el mismo. ( Resaltado por HHC)
«No podemos decir que se ha resuelto totalmente con la sembradora el problema de la producción, pero resultó favorable en el municipio. El modelo objeto de esta invención permite efectuar con una sola pasada de máquina, las funciones de preparación, siembra del terreno, abono y tapado, haciéndola especialmente útil».
–¿Ha recibido usted alguna sugerencia acerca de cómo elevar la eficiencia de la máquina?
–Precisamente con la visita del Comandante Ramiro se realizó una reunión en la que participó también Antonio Joaquín Pernas, delegado del Ministerio de la Agricultura aquí en el municipio, quien subrayó la necesidad de capacitar a los operadores para ponerlos a disposición de las bases productivas. Por su parte, el Comandante de la Revolución, en la unidad básica de producción cooperativa Camilo Cienfuegos, constató la pertinencia de este equipo, señalando que durante la siembra de la semilla, el operador del tractor debe reducir la velocidad para lograr eficacia en el laboreo.
–La tarea de innovar no es sencilla. Desde su punto de vista, ¿qué puede aconsejarle a cualquiera que esté interesado en este campo?
–Yo le aconsejaría a todos los que deban cumplir con un deber en beneficio de su pueblo, que piensen en primer lugar cuánto ayudaría a los demás la tarea que realizamos y cuán necesarios somos para lograr que se cumpla la misma; ese criterio levantará nuestra autoestima mucho. Las mejores innovaciones nacen de la necesidad.
Mi entrevistado, a pesar de ser un hombre de manos callosas y piel curtida por el sol, me conmovió profundamente por su demostración de entrega y sentido de pertenencia con esta tierra que trabaja a base de amor, y por la cual echó a andar su imaginación un día. Su invención ha redundado en un beneficio al país y en un aporte a nuestra economía.
* La autora es estudiante de periodismo de la Universidad de la Habana
Comentario HHC: Un invento del 2016, probada su utilidad y resultado ¿ No se extiende a todo el país "... debido a los trámites, pero se espera que en algún momento sea llevado a nivel nacional ". ?
Perdón pero si esto es así ¿ Cuántos inventos como este estarán sin generalizar? ¿ No es excesiva nuestra burocracia? ¿ Donde está la mano ejecutiva de los Ministros? ¿ Donde está el resorte económico que ayude a generalizar y extender experiencias similares como necesidad de la práctica? ¿ es el centro de nuestra gestión en el país el incremento sostenido de la productividad del trabajo?
¿ Podemos o no disminuir la cantidad de alimentos que importamos e incrementar la productividad en la agricultura? .
Nota : La Agricultura es el sector que más mano de obra emplea el país ( 782 900 trabajadores el 17.5 %) y es el penúltimo sector de la economía en productividad del trabajo, solo superado, si cabe el término, por la Pesca, sector condenado increíblemente por la burocracia aunque estemos rodeado de mar.
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