Colectivos sindicales de la provincia de Santiago de Cuba desarrollan, hasta el venidero mes de marzo, las asambleas de presentación e información del Plan de la Economía y el Presupuesto para 2019, ejerciendo como verdaderos dueños de los medios de producción.
Santiago de Cuba, 13 feb (ACN) Colectivos sindicales de la provincia de Santiago de Cuba desarrollan, hasta el venidero mes de marzo, las asambleas de presentación e información del Plan de la Economía y el Presupuesto para 2019, ejerciendo como verdaderos dueños de los medios de producción.
El proceso comenzó en enero de 2019, por los sindicatos Agropecuario, Forestal y Tabacalero y el de Comercio, Gastronomía y los Servicios, este último inmerso en la refundación de los valores de un sector que en el territorio tiene constantes y numerosas inversiones para un mejor servicio a la población.
Daniel Romero, funcionario de la esfera de asuntos económicos de la filial provincial de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), dijo que este momento relevante estuvo antecedido por un programa de capacitación, para armar a los dirigentes sindicales de la mayor cantidad de argumentos con vistas a cumplir con la misión de representar a los afiliados.
Elogió los diversos talleres donde las empresas de mejores resultados económicos transmitieron sus buenas prácticas a otras entidades que no alcanzaron a satisfacer las cifras pactadas para el año 2018, y a otras que generaron más gastos que ingresos.
Romero afirmó que según el cronograma, más de cuatro mil 290 asambleas generales y 279 de representantes se desarrollarán hasta el mes de marzo, espacio donde los obreros cubanos tienen la posibilidad de debatir lo previsto en ejercicio de sus derechos.
Distingue el proceso político que, a diferencia de años anteriores, hay un plazo más breve en la desagregación de las cifras desde la estructura nacional hasta los colectivos, que este año cerro el 15 de enero.
El dirigente de la CTC consideró esencial la responsabilidad compartida entre el sindicato y la administración, a fin de que las asambleas no se conviertan en actos formales sino en espacios de aportes y compromiso para materializar las cifras acordadas.
Y eso, especificó, implica respaldo de la materia prima, su llegada a tiempo a los puestos laborales y la buena gestión en la atención al personal.