Generalizar la experiencia del cultivo de hortalizas en sustrato enriquecido con abono orgánico, misión encargada por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, «ha sido cumplida en su primera etapa», expresó durante el balance nacional del Programa de la Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar su directora, la doctora Elizabeth Peña Turruellas, en encuentro celebrado el pasado fin de semana en el municipio de II Frente, en Santiago de Cuba.
Este programa, ya con 32 años, tiene sus antecedentes el 27 de diciembre de 1987, cuando el compañero Raúl, entonces Ministro de las far, indicó la generalización de los organopónicos en nuestro país.
Los principios de territorialidad, la proyección endógena, el enfoque de sostenibilidad local y la programación del desarrollo en base a la población, constituyen los principales aportes del movimiento a las tareas del autoabastecimiento alimentario local.
El programa, decisivo en un país como el nuestro, bajo el ataque perenne y recrudecido del imperio contra los hombres y mujeres de nuestra Patria, en el enfermizo afán de rendirnos por hambre, ha demostrado la capacidad de resistencia y victoria del pueblo cubano. La experiencia es ejemplo de que sí se puede producir lo que importamos y, ante lo debatido en II Frente –municipio más destacado, cual si tendiera un puente con el Primer Congreso Campesino en Armas–, se ha de sentir sano orgullo.
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